Los riberos comenzaron mejor en los primeros minutos acechando la portería defendida por Haritza, quien en un par de buenas intervenciones evitó que marcasen.
Tras unos diez minutos muy igualados los rojos, a base de trabajo y esfuerzo, se fueron adueñando del partido generando varias ocasiones para marcar: en la primera Ibán de un buen pase a Lucas que se va en velocidad de su par y envía el balón a la red ante la salida del portero, pero el gol fue anulado por fuera de juego.
Ante un equipo bien organizado en defensa y que acumulaba mucha gente en el carril central trataron de abrir el campo y llegar por las bandas. Tras una buena combinación, Aimar se va de su par por la derecha y tira desde dentro del área, el balón golpea en el palo y el rechace le cae a Aitor pero lo manda por encima del larguero.
Dispusieron de más opciones claras, entre ellas: una falta escorada a la derecha bien botada por César que detiene el arquero. Otra que Aitor estrelló con potencia en la cruceta. En la última jugada de la primera parte, tras una buena combinación ofensiva, Egoitz se queda solo ante el meta rival, quien en otra gran intervención logró quitarle el balón.
En el descanso Haritza, que se encontraba mal pidió el cambió. Esto, unido a la lesión de Pablo, dio como resultado el debut bajo palos de Aimar.
En el minuto cinco de la reanudación, el Falcesino bota un corner y tras varios rechaces consiguen mandar el balón a la red adelantándose en el marcador. Fue la única ocasión que tuvieron en la segunda mitad. Los de Beloso, con Eneko y Sebas muy seguros y acertados tanto al corte como en la distribución de balón, y una gran intensidad defensiva en todas las líneas, no dieron opción a más. Amaya dominó completamente este segundo tiempo.
Cinco minutos después llegó el merecido empate. El gol lo marcó César en una falta ejecutada magistralmente. Los locales movían el balón con velocidad y criterio llegando peligrosamente por las bandas, en las que Marco, Urko y Egoitz hicieron un gran trabajo. Fue el siete el que lograría el dos a uno al ganar un mano a mano al meta ribero tras un buen pase al hueco de Aitor.
Quedaban quince minutos y el equipo demostró que cuando defiende como sabe es un bloque muy sólido al que es difícil crearle ocasiones. Gran esfuerzo y concentración defensiva el de todo el bloque empezando por Isaac, Lucas e Ibán en punta.
En una internada por la derecha, Marco centra un balón al área que es controlado por Ibán para dejárselo de cara a César, quien llegando de segunda línea de un zurdazo seco lo introduce en la portería.
Los locales, sabedores de que en esta categoría no te puedes relajar no bajaron los brazos en ningún momento. César, tras recibir un gran balón de pared de Ibán, se queda ante el portero batiéndolo con elegancia para subir al electrónico el definitivo cuatro a uno.
Partido muy trabajado ante un rival que no lo puso nada fácil.
Anónimo
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