18 de marzo de 2019

Liga Navarra Alevín C.D. Amaya-Pamplona 2-1

Como corresponde a todos los encuentros de esta segunda fase, se esperaba un partido igualado e intenso y así fue.
Los chicos de Amaya saltaron  al campo con un esquema uno-dos-tres-dos muy enchufados desde el pitido inicial. En el minuto cinco, Lucas roba el cuero a la defensa rival y se va en velocidad para poner el pase de la muerte a Ibán, que adelanta a los locales.
En torno al minuto quince, Urko tuvo que abandonar el césped al recibir un golpe el pie en un lance fortuito. A partir de ese momento los entrenadores rojillos mandaron a su equipo jugar con su esquema más habitual, uno-dos-uno-tres-uno
En esta primera parte vimos ocasiones en ambas porterías, pero la falta de puntería de los atacantes unas veces y las acertadas intervenciones de los guardametas en las otras impidieron que hubiese más goles.
En la segunda mitad los locales se adueñaron del partido. Con Haritza muy seguro en puerta, Eneko y Sebas intratables en defensa y el trabajo en la recuperación de balón de todo el bloque crearon un auténtico muro rojo para el equipo contrario.
Aitor y César controlaban el centro del campo y distribuían con criterio, llegando a zona de peligro continuamente desde las bandas con Aimar, Marco, Egoitz e Ibán. En punta Lucas se convirtió en una pesadilla para la zaga rival.
Los rojos tuvieron varias ocasiones claras para aumentar su ventaja en las botas de Lucas, Egoitz y César, pero no estuvieron finos a la hora de definir. Cuando todo hacía pensar en el segundo de los locales, los visitantes en el lanzamiento de una falta empataron el partido.  
Dos minutos más tarde, César lanza una falta y el esférico queda suelto en el área. Lucas, más rápido y listo que los defensores visitantes, se hace con él y lo manda a la red.
Alternando el ataque más elaborado con un juego ofensivo más directo Amaya no dejó de generar ocasiones para cerrar el partido. César y Aitor o intentaron en sendas jugadas individuales pero sus remates finales no fueron eficaces. Egoitz, Lucas e Ibán también tuvieron en sus botas el tercero al acabar buenas jugadas colectivas pero faltó puntería de cara a puerta.
El Pamplona llegó poco en el segundo tiempo y, cuando lo hizo, se encontró con un Haritza infranqueable. Así que con el dos a uno llegamos a final del encuentro haciendo justicia a lo visto sobre el verde.
Anónimo

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