Los rojos afrontaron el partido con las bajas de Sebas y Urko por lesión. Así que, como pareja de centrales se alternaron Eneko, Cesar, Egoitz y Aitor. Para completar el equipo jugó con sus compañeros de un año más Amets, volviendo a demostrar que puede hacerlo sobradamente.
La primera parte resulto muy igualada y escasa en ocasiones de gol. Haritza se lució en dos buenas paradas. Por su parte los visitantes, sin hacer un juego vistoso, crearon tres jugadas de peligro: la primera de Lucas que se fue en velocidad pero su remate no vio puerta. En la segunda Aimar juega de cara para Egoitz, que le devuelve el cuero con un pase al hueco para ponerlo en el área donde Ibán no logra finalizar con acierto. La tercera fue un balón recuperado por Aitor que gana línea de fondo y su centro lo despeja la defensa. Ibán, bien colocado, se hace con el rechace y remata a puerta.
En un saque de esquina los verdes se adelantaron antes del descanso.
Tras el asueto, no vimos un fútbol brillante pero si más ocasiones de gol. El Gazte marcó el dos a cero en una jugada en la que consiguieron hacerse con el cuero en dos rechaces consecutivos dentro del área rojilla.
Poco después Ibán asiste con un gran pase al espacio a Aimar que, aprovechando su velocidad, pisa área rival y bate al portero de un disparo cruzado.
El partido estaba muy abierto y los locales supieron aprovechar la falta de concentración defensiva de su rival en otro corner para hacer el tres a uno. Con este resultado, Aitor mandó un gran pase diagonal a Aimar pero esta vez el carrilero rojillo no consiguió colocar el cuero en la red.
Amaya se lanzó a por el empate intentando entrar por las bandas con Aimar, Amets y Marco o colgado balones a los puntas, pero ayer no fue su mejor día de cara a puerta. Los riesgos que asumieron en defensa fueron aprovechados por el Gazte para marcar otros dos goles, que pudieron haber sido más si Pablo no hubiese realizado varias intervenciones muy meritorias.
Los visitantes también lo intentaron a balón parado; de falta por medio de Aitor y César y con jugadas ensayadas desde la esquina pero no lograron introducir el esférico en la meta rival.
El choque terminó con un cinco a uno excesivo para lo visto en el campo. El equipo estuvo lejos de su mejor versión futbolística pero demostraron una gran elegancia y deportividad en la derrota, sabedores de que perder no es más que una parte más del juego. Ahora toca disfrutar de los seis partidos que quedan para terminar la liga y redondear una gran temporada.
Anónimo
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