22 de octubre de 2016

Fútbol Sala 9 años. Atarrabia - C.D. Amaya

La celebración de la carpa trajo consigo el segundo partido consecutivo de los chicos de nueve años fuera de casa. Tocaba visitar al Atarrabia. Los rojos empezaron el partido con una gran intensidad en las marcas y presionando rápido e inteligentemente la salida de balón del equipo local. 

A esa solidez defensiva sumaron una buena circulación de balón. Con Urko, bien colocado y muy acertado en la distribución de juego desde la defensa, y continuos apoyos, paredes y desmarques entre todos los jugadores consiguieron trenzar varias ocasiones. Tres de las cuales acabaron en gol durante el primer cuarto: dos de ellas finalizadas por Egoitz y otra por Aitor. 

Los visitantes también dominaron el segundo cuarto. Ibán, aprovechando su velocidad, marcaría el cero-cuatro definiendo otra bonita triangulación. Aitor de un potente tiro marcó el cero-cinco. Los verdes reducirían distancias antes del descanso. 



Con un marcador tan favorable Amaya relajó la tensión defensiva en los dos últimos cuartos. Esto sirvió para comprobar que el Atarrabia, si se le deja jugar sabe hacerlo, y vimos un partido más abierto y con muchos goles. El uno-seis obra de Isaac de un gran tiro desde fuera del área. Después el dos-seis de los verdes. En el tercer cuarto también vimos un bien merecido gol de Marco, ganándole uno mano a mano al meta local, tras una elegante asistencia de Isaac.
En el último cuarto vimos otros cinco goles. El primero de Ibán, al aprovechar el rechace de una falta lanzada por Isaac al larguero. El siguiente de Egoitz, que volvió a firmar un hat-trick. Ibán, culminando otra jugada colectiva, marcaría el décimo para Amaya y el tercero en su cuenta particular. 

Tuvieron un doble valor los dos conseguidos por los locales: para los de Villava fueron el premio a su esfuerzo. A los de Amaya les debe servir para recordar que tener buenos porteros bajo palos, contar con unos defensas muy sólidos, rápidos al corte y con gran visión de juego, no es garantía de mantener la puerta a cero cuando todo el equipo no defiende con el orden, intensidad y entrega que les caracteriza.





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