Partido que inauguraba la primera jornada de la segunda fase. Disputado con gran intensidad desde el principio con los dos equipos defendiendo fuerte y yendo con convicción al ataque. Sin embargo, en el primer cuarto, las defensas y los porteros se impusieron a los ataques y no hubo goles.
A pesar del buen trabajo en defensa de los rojos, los locales consiguieron dos tantos en la segunda parte. Aitor, a pase de Ibán, acortaría distancias de un potente disparo desde fuera del área.
A gran velocidad se jugó el tercer cuarto con ocasiones en ambas porterías. Los manguiverdes consiguieron convertir en gol dos de ellas. Amaya no se vino abajo y siguió atacando la portería rival. En una jugada de banda ensayada Aitor hace la pared con Egoitz y de disparo lejano sube el cuatro a dos al electrónico.
En el último cuarto los visitantes se lanzaron al ataque lo que era aprovechado por Oberena para salir peligrosamente a la contra. Así, consiguieron ponerse cinco a dos. Amaya nunca dio el partido por perdido y fiel a su estilo de juego generó muchas opciones de gol: gracias a la presión de todo el equipo, Aitor roba un balón y tras dejar atrás a dos contrarios con un autopase hace el cinco a tres cruzando el cuero ante la salida del portero. El cinco a cuatro lo marcó Egoitz al rematar habilidosamente un corner.
Amaya asedió el arco rival en los últimos minutos del partido pero le faltó un punto de fortuna y puntería en los metros finales, para darle la vuelta a un partido que pudo ganar cualquiera y que, esta vez, cayó del lado local.
Cabe destacar la actitud, la confianza en su juego, y el esfuerzo de todo el equipo durante todo el partido. Mención especial merece la deportividad ejemplar con la que asumen una derrota injusta, demostrando que hace tiempo aprendieron que perder es una parte más del juego, y que lo verdaderamente importante es disfrutar y seguir aprendiendo entre amigos.
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